Esta sección ofrece una selección de publicaciones relacionadas con las exposiciones programáticas vinculados al fenómeno de la Figuración Postconceptual acompañadas de una ficha técnica y una selección de los textos publicado, accesible a través de una búsqueda alfabética. La incorporación de nuevos contenidos se realizará progresivamente.

 

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ANTONIO ROJAS


Tarifa 1962

Reside y trabaja en Madrid

 

 

 

Vinculado con la Nueva Figuración madrileña a través de su relación con Carlos Alcolea y sus paisanos Guillermo Pérez Villalta y Chema Cobo. Vinculado a la pintura neometafísica desde su participación en la exposición El retorno del Hijo pródigo.

 

Antonio Rojas orienta sus investigaciones a la creación de modelos pictóricos donde simula pensamientos, recuerdos y especulaciones oníricas, prestando especial atención al espacio, que concibe como la categoría fundamental en la que se estructura la mente. Para este fin se vale de estrategias basadas en la composición de formas y colores sobre una superficie sin jerarquías. Construye el espacio pictórico en base a planteamientos personales de ilusionismo múltiple que favorecen la simultaneidad de planos y perspectivas con el fin de cuestionar la percepción de la realidad. Un proceso de superposición aleatoria de imágenes procedentes de la memoria articuladas por monótonas y reiteradas gradaciones tonales propias de una iluminación onírica.

 

Este distanciamiento irónico de la representación y de lo representado, obtenido a través del poder poético de las paradojas producidas por sus trampas perceptuales, provoca la incertidumbre y el extrañamiento en el espectador. En las obras de Rojas todo aparece y desaparece sin cesar. Las sombras buscan sus propias imágenes, y las citas a claves y estrategias pictóricas procedentes del Renacimiento o la Vanguardia, se ocultan silenciosamente.

 

El espacio que existe entre las cosas adquiere igual importancia que el volumen que lo conforma, consiguiendo de este modo que el espacio deje de ser vacío y el aire que distancia se transforme en superficie pictórica de densidad vibrante. Este uso del artificio de la pintura, logra hacer del hueco, el lugar donde habita el misterio.

 

Al pintar como plano aquello que se inicia como perspectiva convencional, y viceversa, se favorece una concepción del cuadro como superficie bidimensional sobre la que las formas se simplifican en líneas y volúmenes. Rojas hace un uso de la tramoya de la representación orientado a ocultarnos, paradójicamente, todo aquello que quiere que veamos.

 

Entre sus temas destacan las insistentes interpretaciones del Puerto de Tarifa y su iconografía, con la que Rojas reestructura su percepción del mundo en forma plástica. Unas obras interconectadas a través del tiempo en la búsqueda de un sentido global del lugar.

 

Entre sus referentes pictóricos destacan: Piero della Francesca, Paul Cezanne, Giorgio de Chirico, Kazimir Malevich, Rene Magritte o Frank Stella.

 

Bibliografía consultada: Cobo, Chema, “Un sueño en espiral”; De Castro, María Antonia, “Los hombres del mar” y Bonet, Juan Manuel, “Geometría y enigma”, en el catálogo de la exposición Antonio Rojas. La mirada oblicua, Madrid, Museo de Teruel / Diputación Provincial de Cádiz. Andrés Ruiz, Enrique, “Las dos memorias de Antonio Rojas”, en el catálogo de la exposición Antonio Rojas. Horizonte y memoría, Bilbao, Galería Juan Manuel Lumbreras, 2004. Andrés Ruiz, Enrique, “Sentimiento y orden” en el catálogo de la exposición Antonio Rojas, Madrid, Galería Antonio Machón, 1997.

 

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